Las reformas de viviendas siguen siendo el sostén del autónomo, y ahora con la pandemia se han incrementado exponencialmente. Empresas que habían desaparecido o habían bajado la actividad, al ofrecer profesionales, vuelven a estar en auge y ofrecen presupuestos económicos a costa de los autónomos que procuramos subsistir en esta marabunta de ofertas sin sentido y bajos precios contar de poder llevar algo a la mesa.
La competencia no es mala porque mejora la calidad del producto ofrecido, pero cuando la oferta es desleal, perjudica a todos. No digo que estas empresas dedicadas a la oferta de presupuestos competitivos sean desleales o malas. Solo que si la oferta no está en igualdad de condiciones, es desleal. Para que haya igualdad de condiciones, tienes que ofrecer lo mismo, de la misma calidad, ser un profesional cualificado.
Es indudable que la pela es la pela, pero bueno, bonito y barato, está reñido con calidad, profesionalidad y garantía.
No quiero decir que no se pueda hacer un buen trabajo, con todas las garantías a un buen precio, puesto que esa es la intención de los profesionales.
Pero si algo que suele costar 5 y lo encuentras a 4, volvemos al dicho popular de que nadie da duros a cuatro pesetas.
Yo suelo encontrar a sitios donde voy a presupuestar o trabajar, a personas de otros países, que después de haber dado un presupuesto muy bajo, explotan a sus congéneres con sueldos de 30€ al día y horarios de esclavos.
Les da lo mismo freír una corbata que planchar un huevo. Entiendo que todos tenemos la necesidad de comer y mantener a los nuestros, pero seamos legales.
Por eso le ruego a las empresas que recomiendan presupuestos a la clientela, se aseguren de que está todo en orden.
Y a las personas que quieren reformar su hogar, que tengan en cuenta que siempre hará mejor un pastel el que lo ha hecho siempre que el que lo hace por primera vez, o con la mitad de ingredientes.
Y ánimo, pongamos bonitas nuestras viviendas y ayudemos a salir de la recesión al pais.
